Me senti muy mal, pero aprendi a no meter mi cuchara donde no debo, y no por mala onda sino que de las experiencias aprendemos! Jeje
Sali furioso de la junta y agradezco al buen amigo Gerardo y a Lidia, que me escucharon y pude desahogarme con ellos.. dimos una caminata rumbo a la Garrone!
Ah y ya por la noche que consulto mis calificaciones, oh sorpresa ya estaban todas y pues no sali tan mal, aunque algunas calficaciones me parecen que son injustas, pero bueno se hizo lo posible!
Saludos y Dios los bendiga!
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